La villa jarrillera por antonomasia de Bizkaia
Ahora que con motivo del PORTUGALETE 700
se ha recordado la condición de Villa Jarrillera consideramos que es bueno
también recordar porqué cuando se habla de la historia del txakoli en Bizkaia
aparece en primer lugar, allá por 1459, el nombre de Portugalete.
Nuestra Villa fue pionera en dictar una
Ordenanza Municipal para regular el cultivo de sus viñas y la producción de sus
caldos y lo hizo en esa fecha (después la actualizaría en 1615) y aunque
recordemos que por nuestra climatología los caldos no podían ser de gran
calidad (comparándolos con los de Ribadabia, Ribadeo, Rioja o los franceses),
al ser el vino un producto de primera necesidad necesitaba medidas para su
regulación y protección.
Las Ordenanzas regulaban el sistema de
producción desde que se plantaba la cepa hasta que daba sus frutos, pasando por
las etapas de crecimiento de la vid. Se protegían los derechos de los “obreros”
agrícolas regulando sus salarios y sus labores vitivinícolas y se controlaba la
vendimia fijando su comienzo con criterios propios.
A los dueños de las viñas que solían tener
cerrados sus viñedos con setos, para evitar los robos de uvas y sarmientos, se
les protegía también estableciendo guardas, y medidas para que no entrara
ganado, evitando además que se recolectase la uva sin estar madura.
El introducir vino de fuera era en agravio
del propio, por lo que la producción se protegía evitando sobreproducciones y
se obligaba a los navíos que salían de nuestro puerto el que no llevaran vinos
de otras partes, sin llevar igual cantidad del nuestro.
Recordaremos finalmente que por San
Martín, el Ayuntamiento fijaba el precio de los caldos portugalujos, cuya
calidad dependía de la climatología y durante la cosecha de la uva se
encargaban procesiones y rogativas para pedir que se les librase de las plagas.