El Chacolí santanderino en los siglos XIII al XIX en PDF
· El Chacolí santanderino en los S.XIII al XIX en PDF
Siempre que se habla de chacolí, nos trasladamos mentalmente a Vizcaya y nos vemos tomando un chiquito en el Botxo.
Y esto es tan así que nos parece mentira que pueda haber chacolí fuera de Vizcaya y de Baquio, el lugar de donde, según la tradición, es el mejor chacolí. Por eso, habrá personas que se extrañaran si digo que en Cantabria se ha tomado chacolí desde siempre y que así lo recoge Amós de Escalante, el gran escritor cántabro en su obra Costas y Montañas, hablando del chacolí de Limpias:
No hace muchos años que en toda la comarca montañesa daban su nombre de chacolí no sólo a la tienda y lugar donde se vendía, sino a todo paraje de huelga, baile y bureo.
Pero también es de notar que el chacolí se produce en los valles burgaleses de Mena, en el de Tobalina, en el de Las Caderechas y en Miranda de Ebro y su alfoz.
Y cuento esto porque en 2010, el Gobierno Vasco decidió solicitar que el chacolí fuera vino con denominación exclusiva en el País Vasco lo que provocó las iras justificadas de los cántabros, cuya producción de chacolí se remonta al siglo XIII según Fernando Barreda en su libro El chacolí santaderino desde los siglos XIII al XIX, y de los habitantes de Miranda que tienen incluso una calle dedicada al chacolí en su barrio de Bardauri.
Por tanto, espero que después de estas argumentaciones, cuando pensemos en el exquisito chacolí no pensemos tan sólo en el del País Vasco, sino que pensemos también, por justicia, en el cántabro y en el burgalés que son tan históricos como el de Vizcaya o Guipúzcoa.
Autor: Fernando Barreda y Ferrer de la Vega
Síntesis biográfica
Nació en el portal número 1 de la calle Florida de Santander en 1887. De familia de navieros, estuvo muy vinculado a la historia de la navegación a vela en los puertos de Cantabria, a cuyo estudio dedicó muchas horas. Cursó el bachillerato y Derecho en Valladolid. Fue presidente del Centro de Estudios Montañeses, de la Institución Cultural de Cantabria, del Ateneo de Santander y de la Sociedad Menéndez Pelayo. Ocupó multitud de cargos, como presidente de la Cámara de Propiedad y la Junta de Obras del Puerto y fue académico correspondiente de la Real Academia de la Historia, de la Real Academia de las Ciencias y la de Bellas Artes.
Nació en el portal número 1 de la calle Florida de Santander en 1887. De familia de navieros, estuvo muy vinculado a la historia de la navegación a vela en los puertos de Cantabria, a cuyo estudio dedicó muchas horas. Cursó el bachillerato y Derecho en Valladolid. Fue presidente del Centro de Estudios Montañeses, de la Institución Cultural de Cantabria, del Ateneo de Santander y de la Sociedad Menéndez Pelayo. Ocupó multitud de cargos, como presidente de la Cámara de Propiedad y la Junta de Obras del Puerto y fue académico correspondiente de la Real Academia de la Historia, de la Real Academia de las Ciencias y la de Bellas Artes.
Muerte
Murió el 7 de agosto de 1976.
Murió el 7 de agosto de 1976.
Reconocimientos
Recibió durante su vida varias distinciones, como la medalla de oro de Santander concedida en 1976, la medalla de oro al Mérito de la Justicia, al Mérito Naval y otros homenajes, como el organizado en la Biblioteca Menéndez Pelayo.
Recibió durante su vida varias distinciones, como la medalla de oro de Santander concedida en 1976, la medalla de oro al Mérito de la Justicia, al Mérito Naval y otros homenajes, como el organizado en la Biblioteca Menéndez Pelayo.
Publicaciones
Entre sus muchas publicaciones se encuentran sus trabajos “Prosperidad de Santander y desarrollo industrial en el siglo XVIII” y “Don Antonio López, primer marqués de Comillas”, incluidos en el libro editado por el Banco Santander “Aportación al estudio de la Historia Económica de La Montaña” (1957). También escribió “La Marina Cántabra”, publicado por la Institución Cultural de Cantabria bajo el título “Desde el siglo XVIII al ocaso de la navegación a vela” (1968); “Comercio Marítimo entre Estados Unidos y Santander (1778–1828)” (1950) y “Vitorio Macho y Santander” (1974), junto con Benito Madariaga de la Campa.
Entre sus muchas publicaciones se encuentran sus trabajos “Prosperidad de Santander y desarrollo industrial en el siglo XVIII” y “Don Antonio López, primer marqués de Comillas”, incluidos en el libro editado por el Banco Santander “Aportación al estudio de la Historia Económica de La Montaña” (1957). También escribió “La Marina Cántabra”, publicado por la Institución Cultural de Cantabria bajo el título “Desde el siglo XVIII al ocaso de la navegación a vela” (1968); “Comercio Marítimo entre Estados Unidos y Santander (1778–1828)” (1950) y “Vitorio Macho y Santander” (1974), junto con Benito Madariaga de la Campa.
Colaboraciones
Colaboró en varias revistas científicas dando a conocer trabajos de gran interés, como “Las ferrerías en la provincia de Santander” publicado en la revista “Las Ciencias” en 1948. También colaboró en “La revista de Santander”, el “Boletín de la Biblioteca Menéndez Pelayo” y sobre todo en “Altamira”, la revista del Centro de Estudios Montañeses donde sacó a la luz estudios como “El chacolí santanderino desde los siglos XIII al XIX” (1947), “La exportación de agrios por el puerto de Laredo” (1945), “Actividad comercial en Santander al final del siglo XVIII” y “Ex votos marineros en santuarios santanderinos”.
Colaboró en varias revistas científicas dando a conocer trabajos de gran interés, como “Las ferrerías en la provincia de Santander” publicado en la revista “Las Ciencias” en 1948. También colaboró en “La revista de Santander”, el “Boletín de la Biblioteca Menéndez Pelayo” y sobre todo en “Altamira”, la revista del Centro de Estudios Montañeses donde sacó a la luz estudios como “El chacolí santanderino desde los siglos XIII al XIX” (1947), “La exportación de agrios por el puerto de Laredo” (1945), “Actividad comercial en Santander al final del siglo XVIII” y “Ex votos marineros en santuarios santanderinos”.